Hoy día, en el mundo globalizado, cientos de miles de cajas de cartón resguardan a sus preciados productos, mientras cruzan el mundo de un lugar a otro, en busca de las manos que, ansiosas, abrirán dicho envoltorio para conseguir lo que guarda su interior: Las posibilidades son infinitas.
Y es que, aunque no reparemos en ello, el moderno Packaging que conocemos no sería lo mismo -tal vez, ni siquiera existiría- si no fuese por ese material duro, oscuro y resistente que conocemos por ‘cartón’.

Una historia milenaria

Este viejo aliado del hombre surgió en la China de finales del sigo I de nuestra era. Según los historiadores, fue Cai Lun, eunuco y consejero imperial del Emperador He de Han, el primero en fabricar cartón, uniendo varias capas de papel. Al mando de los eunucos del palacio del emperador, Cai Lun era responsable del suministro de papel a gran escala, en una China cada vez más burocratizada, con una ingente necesidad de registrar por escrito todo lo que acontecía en el imperio.
El ingenio de Cai Lun le llevó a perfeccionar la técnica de elaboración del cartón, mediante un sistema basado en almidón de arroz y zumo de Tororo Aoi, dando lugar a unas hojas bien satinadas y protegidas del moho y los parásitos. Bases del actual packaging que hoy todos conocemos.

De la China Imperial a una zapatería en Maine

Damos un salto en esta maravillosa historia y nos encontramos en Londres, a mediados del XIX, en plena Revolución Industrial. Los flamantes empresarios se pavonean por la City con altos sombreros como chimeneas y puros que echan humo como aquellas. Precisamente, estos sombreros jugaron su papel en la evolución del cartón, ya que fue en 1856 cuando se patenta el papel corrugado o plisado como revestimiento para los altos sombreros de copa que lucían los caballeros londinenses.

Pero los procedimientos manuales de estos pioneros llevaban mucho tiempo y hacían de la fabricación de este preciado material toda una odisea, mientras trataban de buscar formas más rápidas de producción. Fue al otro lado del charco, en un pequeño taller en Brunswick, Maine, donde el coronel Andrew Dennison dio con la clave: Usando un banco de zapatero para fabricar cajas de joyería que sirvieran como protección y embalaje de las joyas y relojes que vendía su hijo en una pequeña tienda en la ciudad de Boston.
En 1884, padre e hijo fueron más allá en su afán inventor, creando un sistema que bautizarían como Half Machine: La primera máquina que automatizaba el corte lateral de las planchas de cartón. El Packaging en masa daba sus primeros pasos.

¿Por qué es importante el Packaging?

Por varios motivos: Un buen Packaging es aquel que protege al producto durante su transporte, al mismo tiempo que aporta información relevante sobre las características del mismo y sirve como reclamo ante los consumidores.
El marketing es la ciencia que estudia la promoción de los productos en un mercado cada vez más competitivo, siendo el Packaging una de las principales armas con la que cuentan los productores y distribuidores para distinguirse de sus competidores.
El Packaging es la primera imagen que reciben los consumidores, antes siquiera de saber cuál es el producto que estamos vendiendo. El flechazo entre ambos, público y producto, depende en gran parte de la calidad de nuestro Packaging.

¿Cuál es la mejor caja para el producto?

Para contestar a esa pregunta tenemos que tener en cuenta varios factores: Las características del producto, la función que debe desempeñar nuestro Packaging y el canal de distribución a través del cual viajará la mercancía.

Atendiendo a nuestro producto, los expertos de PackCompany determinarán la fragilidad o dureza del contenido, así como su tamaño y peso, para determinar cuál es el envoltorio más útil en cada caso.
A la hora de otorgar una función al Packaging será necesario decidir dónde queremos hacer más hincapié: Información sobre el producto, imagen de marca, rasgos que nos distingan de los competidores… o todo junto, dando lugar a un perfecto artefacto de marketing.
Y respecto a los canales de distribución, será de vital importancia saber el medio de transporte que se usará para distribuirlo, así como la temperatura a la que estará sometido el producto y los posibles riesgos que enfrentará hasta llegar a su destino.

¿Cuántos tipos de Cajas de Cartón hay?

En PackCompany estamos en la vanguardia de la industria del Packaging, contando con diversas técnicas y materiales a la hora de realizar nuestras cajas de cartón. Las cajas de cartón más frecuentes en el mercado son estas:

Cajas Personalizadas

Son la joya de la corona de cualquier empresa de Packaging que se precie y la favorita de las empresas que buscan un envoltorio con personalidad para el envío y entrega de sus productos.
Aquí todo suma: Logotipos de la marca, eslóganes, diseño artístico, información relevante sobre el producto. La idea es informar y enamorar a los consumidores, al tiempo que se protege el producto. ¿Se puede pedir más?

Cajas Sencillas

Son cajas menos pretenciosas, que buscan proteger al producto durante su transporte. Su diseño sencillo es ideal para productos poco pesados que no precisas de una gran resistencia.

Cajas de canal doble

Más resistentes que las cajas de cartón sencillas, especialmente diseñadas para el transporte y protección de productos más pesados y frágiles.

Cajas para mudanzas

Destacan por su tamaño y resistencia, ya que son fabricadas con el objetivo de facilitar la mudanza de muebles y objetos pesados y frágiles. Este tipo de cajas de cartón son de gran fiabilidad, protegiendo nuestras pertenencias durante todo viaje, hasta alcanzar su nuevo destino.

Como hemos visto en este artículo, el cartón es uno de los materiales esenciales en la industria del Packaging. Pese a llevar cumpliendo su función desde hace miles de años, el cartón sigue siendo muy demandado en nuestros días, siendo una de las herramientas más usadas por el marketing para comunicar su mensaje a los consumidores.

Desde PackCompany lo tenemos claro: ¡Larga vida al cartón!